Martes, 30 Abril 2024
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Columna de Mezquite

Las Ciclovías, una Política de Estado

                        (Tercera Parte)

Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante

  • Un sistema de ciclovías útil no se hace con demagogia
  • El uso de la bicicleta no se fomenta con populismo

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Aguascalientes, Ags, 4 de junio 2014. (aguzados.com).- La red de ciclovías se hace con voluntad de hacerla y con conocimiento de causa. La bicicleta no necesita ser fomentada en cuanto a su uso; el interés, el deseo de la gente existe pero sólo faltan condiciones de seguridad e infraestructura. No faltan fomentos.

El uso de la bicicleta con el fin de alcanzar sus efectos positivos no se fomenta con paseítos del alcalde si no existe una red integral de ciclovías que ofrezca seguridad a quien desee usar la bicicleta. Esos paseítos son demagogia y populismo; es perder el tiempo y usarlo sólo para tomarse una foto para la egoteca de los recuerdos, recuerdos de que cuando se fue alcalde nada se hizo por el verdadero desarrollo de la ciudad.

Si a esa visión, o mejor dicho, a esa falta de visión le agregamos los criterios del Instituto Municipal de Planeación externados en el boletín 375, el panorama de las ciclovías es negro en Aguascalientes y por lo tanto nulas las posibilidades de ejecutar un proyecto de verdadero desarrollo social para los habitantes de la ciudad.

Los llamados “circuitos de conexión” pregonados en el boletín 375 referido, serían obras casi inútiles que se anuncian nomás para impresionar. No sirven de nada si no forman parte de una red integral interconectada en su totalidad. El Implan dice que las ciclovías de la Alameda y Av. Solidaridad están subutilizadas. ¡Pues claro! ¿Cómo no van a estarlo si para llegar a ellas hay que jugarse el pellejo? Son ciclovías aisladas, que por no ser parte de una red, no propician el uso de la bicicleta, aunque al menos brindan seguridad a los actuales usuarios que por necesidad utilizan esos tramos. El mismo fin tendrían esos “circuitos” que ahora pregona el Implan.

El Implan se equivoca rotundamente con el concepto  de “circuitos origen-destino” anunciados en el boletín 375 multicitado. No puede haber más que un solo “circuito”, el cual se conformaría por una red integral en la ciudad. No puede planearse un sistema de ciclovías con pretensión de que sea útil, efectivo, si se toma ese concepto de “origen-destino”. Todo punto de la ciudad es origen y todo punto es destino en un trayecto ciclista. ¡Los que no andan en bicicleta no entienden esto! Lo importante de una red, para ser útil en lo más posible, es que haga factible la mayor parte de todo traslado, en condiciones de seguridad, entre cualquier punto de origen y cualquier punto de destino, para cualquier persona. Considerar que las ciclovías serían usadas sólo por quienes actualmente andan en bici es un gravísimo error, que conlleva a malgastar recursos y a perder oportunidades.

Trazar una red básica de ciclovías para la ciudad de Aguascalientes no es fácil. Se requiere ante todo andar en bici, pero créame el lector que para ello es más fácil estructurar la red en el Aguascalientes viejo que en el supuestamente moderno (el de los años ochenta para acá) y sobre todo es más difícil en el de los últimos años.

El urbanismo de la época moderna en Aguascalientes, en cuanto a la planeación de la vialidad y a su visión de futuro, es un fracaso, pues no atiende al verdadero desarrollo urbano en su integridad y entre otros aspectos deja de lado, se olvida de la infraestructura para la bicicleta, lo que significa dejar de lado, olvidarse de propiciar un verdadero y profundo desarrollo social a través de los beneficios de salud, económicos, ambientales y viales, entre otros. La traza y construcción de nuevas vialidades, aún las anchas y de otras obras viales como puentes o túneles no contemplan espacios para futuras ciclovías o no posibilitan la adaptación integral de ciclovías en ellas.

Por ejemplo, no es posible en las actuales condiciones hacer trazos de ciclovías transversales en el plano oriente-poniente (o poniente-oriente) al sur del cruce de José María Chávez con Ecuador-Paseo de la Cruz.  Los únicos puntos de cruce de José María Chávez, hacia el sur, desde la calle Ecuador, son el Primero y el Segundo Anillos, lugares donde por obra y gracia de los pésimos diseños de los puentes respectivos (hechos recientemente) apenas hay espacio para dos carriles vehiculares en los rodamientos a nivel del suelo, siendo que estas dos son arterias de gran circulación. Por lo tanto en esos puntos no hay manera posible de pasar sobre la superficie de tales carriles en condiciones mínimas de seguridad ni tampoco de trazar una ciclovía, a no ser que se realizaran costosas obras de adaptación.

El anterior ejemplo muestra una situación grave: la vialidad en Aguascalientes no está bien planeada. Simplemente no hay manera de pasar, en condiciones de seguridad, de un lado al otro de José María Chávez; no hay paso seguro de esta avenida, entre sus lados oriente y poniente. No hay manera, por ejemplo de que los residentes de La Salud, Lindavista y Jardines, entre otras colonias, puedan ir en bicicleta a los centros comerciales Villasunción o El Dorado, ni para que los residentes de la Insurgentes, Pilar Blanco, El Dorado o Bulevares vayan al Parque Héroes Mexicanos.

La avenida Gómez Morín no es posible atravesarla más que en sus extremos (al Norte, en la confluencia de Solidaridad y al sur en la Alameda); los túneles que unen la colonia Gremial con la calle Gabriela Mistral son intransitables para bicicletas y no cabe ahí ciclovía alguna (con todo y que he visto imágenes hechas en computadora que así lo consideran). Además, la ciclovía a lo largo de esta avenida Gómez Morín no tiene un solo acceso ni salida entre la Alameda y el cruce con el Primer Anillo (al Norte). ¿Cómo darles paso a miles de personas del populoso nororiente de la ciudad, hacia el centro?

Dentro del Segundo Anillo y en los lados exteriores de éste, al Norte y al Sur, la constante general de las avenidas nuevas es un sentido en dirección vertical en el mapa, pero no transversal. Para los urbanistas que han diseñado el “Aguascalientes moderno” no existe desplazamiento transversal de personas, más que el obligado por los tres anillos.

Los ejemplos de falta de visión sobran en relación a las “modernas” vías que se han construido en la ciudad y, es precisamente por ello, que un proyecto básico de ciclovías debe prescindir de considerar a los tres anillos, entre otras vialidades, como lugares de tránsito de bicicletas. No son viables por sus características actuales ni son vías que los ciclistas usarían aún con ciclovías, pues su función es la de ser vialidades de largo recorrido. Los ciclistas necesitan otro tipo de vías.

La ejemplificación anterior demuestra que no se ha pensado en la urbanización de Aguascalientes, en el aspecto vial, con visión de futuro ni mucho menos con visión de sustentabilidad, no obstante que la legislación ordena considerar éste último aspecto en la planeación urbana, en la realización de obras públicas y en la edificación de vialidades y de obras viales. ¡Vaya planeación! (Continuará)

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  • Columna de Mezquite
  • Las Ciclovías, una Política de Estado

                (Segunda Parte)

Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante

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Un sistema de ciclovías se justifica plenamente para Aguascalientes, dadas las condiciones de nuestro terreno (generalmente plano, con excepciones) y por los enormes efectos y consecuencias positivos que tendría, en muchos órdenes, pero mencionaríamos los efectos económicos, los de salud, los de vialidad, los de educación y cultura, los ambientales.

Insistimos en que la bicicleta debe ser vista como un medio de transporte alternativo pero nunca con la pretensión (estúpida por demás) de sustituir del todo al automóvil. Sin embargo lo alternativo no significa ocasional ni mucho menos puramente recreativo. Lo alternativo incluye la constancia y la generalización del uso de la bicicleta. Pero para esto, se requiere de una red integral y funcional de ciclovías, una red que vaya a todos lados y desde luego que sea un sistema diseñado por aguascalentenses para aguascalentenses… pero por quien sepa del tema, no por quien nada sabe y jamás ha andado en bici en la ciudad y peor aún, por quien ningún interés serio tiene en cuanto a un proyecto como este.

La red debe ser integral, es decir, estar por toda la ciudad. Hacer pedazos de ciclovías no sirve de mucho; es un desperdicio de recursos, una pérdida de tiempo, un quedarnos retrasados y sobre todo, es perder dejar pasar el tiempo sin realizar el proyecto de gobierno más importante que puede generarse para el Aguascalientes de hoy y del futuro.

Las ciclovías deben adaptarse a la realidad de nuestras vialidades actuales y planearse y ejecutarse obligatoriamente en toda nueva obra vial, todo bajo un plano integral. La red inicial debe cubrir efectivamente cuando menos cien kilómetros, que representarían un costo de entre siete y quince millones de pesos (la ciudad puede con eso y más, costo que en mucho dependería del tipo de ciclovías que se hicieran) y siendo realizable todo el proyecto, desde la planeación misma, en un plazo de tres a cuatro meses. La seguridad requerida la dan los “bolardos” que son los elementos divisorios de los carriles, que impiden la invasión vehicular. Efectos incómodos los tiene este proyecto, sobre todo en cuanto a afectación de estacionamiento en la vía pública, pero literalmente estos efectos son insignificantes comparados con los beneficios que acarrea su realización, mantenimiento y desarrollo.

El sistema de ciclovías debe hacer factible el acceso en bicicleta a todos lados; si no, no sirve. Y debe integrarse, además de por las vías mismas, por la infraestructura necesaria de paraderos para estacionar las bicicletas en la vía pública y en todo tipo de lugares de aforo públicos y privados. Si se da una red integral de vías, que proporcionen seguridad a los habitantes para andar en bicicleta y posibilidades para estacionarla,  sin temor a equivocarme, sostengo que todo mundo usaría la bicicleta. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, estudiantes y profesionistas, trabajadores y amas de casa; unos más, otros menos, pero todos, de manera generalizada y con frecuencia diaria.

Habiendo seguridad, la gente preferirá transportarse en bicicleta que usar el automóvil para ciertos recorridos; insistimos, esto acontecería con frecuencia diaria y de manera generalizada. No debe pensarse en que la gente usaría las ciclovías para largos recorridos; esto sería la excepción pues la mayoría de los traslados sería para recorridos cortos que en promedio serían de entre tres y siete kilómetros.

Por otra parte, diremos que un factor necesario y fundamental del éxito paulatino de una red de ciclovías, además de la seguridad y su extensión integral sobre el área urbana, es el uso de la bicicleta de ciudad, que permite pedalear en condiciones de comodidad; no debemos pensar en la bici de montaña, para uso en ciudad, pues esto es un grave error, porque no ofrece comodidad, al estar diseñada para un tipo de esfuerzo diferente.

La bici apropiada para Aguascalientes, además del cuadro bajo (antes eran de mujer; ahora éstos son cuadros para todos, por su comodidad), requiere de tener sólo tres velocidades. No es problema adquirir estas bicicletas, pues se producen y además son más baratas que otras de más velocidades.

¿Qué debe tener además una bici de ciudad? Ya lo hemos recomendado: una pata para pararla, un timbre chiquito (los que se venden actualmente son espantosamente grandes y de viejo diseño; hay chiquitos, muy modernos y baratos y desde luego muy sonoros). También se requiere salpicaderas (los charcos o calles mojadas serían un enemigo de la conservación de la ropa limpia, así como la placa protectora de la estrella o plato del pedalero, para proteger el pantalón de ensuciarse con la cadena. La parrilla es indispensable para la colocación de alforjas (éstas deben ser de fácil instalación/remoción –quitar y poner- para poder transportarlas al dejar la bici); las alforjas son indispensables para la transportación de objetos (libros, cuadernos, laptop, las compras, etcétera). Es indispensable por seguridad propia el destellador de luz roja trasera y una linterna delantera; al menos, unas cintas reflejantes rojas que hagan visible al ciclista, son necesarias. Y más indispensable que cualquier otra cosa es un candado flexible, con buena chapa (no de combinación) y de una extensión mínima de 1.80 metros para poder abarcar las dos ruedas y el cuadro; de otra manera se corre el riesgo de encontrar una sola rueda o a lo mejor el puro cuadro; esos candados cuestan cien pesos.

Para sorpresa de muchos diremos que un gravísimo error es pretender el uso de casco. El casco desalienta el uso de la bici en la ciudad; en velocidad y en montaña sí es indispensable, pero en ciudad no… no debe serlo. La seguridad de la red de ciclovías debe sustituir a la necesidad del casco.

El sistema de ciclovías, para ser viable, debe diseñarse considerando la idiosincracia del mexicano y debe propiciar la seguridad teniendo en cuenta la incultura de los conductores de automóviles, pero paradójicamente se debe tener presente que un sistema integral de ciclovías genera automáticamente un mejor sistema vial. Las autoridades deben entender que el mejor sistema vial no es el que permite el tránsito de más automóviles sino de más personas.

Se debe tener voluntad política y dimensión de estadista para emprender un proyecto como éste. Es un proyecto que no es para gobernantes pichicatos, miedosos y sin visión. Para hacerlo, se necesita hacer a un lado a burócratas ineptos que todo lo complican, pero lamentablemente hoy por hoy la visión que muestran las autoridades al respecto, es por demás pobre, equivocada, inútil y sin conocimiento de causa. El boletín 375 del Instituto de Planeación Municipal de Aguascalientes es una muestra de esto. Ya lo veremos. (Continuará)

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Rodolfo Popoca Perches

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Recuerdo que antes de que yo iniciara mis aventuras a través de los medios electrónicos, primero en la radio y después en la televisión,  era un ávido radioescucha de lo que en aquel tiempo era Radio Casa de la Cultura, prácticamente la única verdadera opción para quienes nos gustaba el rock y que teníamos curiosidad por conocer más, afortunadamente esa estación (yo nunca imaginé que algún día trabajaría ahí, que haría mi carrera en este lugar, y menos aún, que algún día yo dirigiría esa estación de radio junto con Alternativa FM 92.7 que apareció en el año 2000), te decía que afortunadamente Radio Casa de la Cultura contaba con conductores tan enterados en las cuestiones musicales como David García (q.e.p.d.), Pepe Reynoso o Juan Manuel Muñoz con quienes aprendí muchas cosas y descubrí una música maravillosa que nunca me hubiera imaginado.

Recuerdo especialmente una ocasión en que David presentó el álbum Phisical Graffiti de Led Zeppelin, fue una fuerte impresión para mí, acostumbrado a otras cosas más convencionales. El Phisical Graffiti de Zeppelin era diferente, evidentemente las pretensiones musicales del grupo no eran las mismas de los compositores de canciones que hasta ese momento solía escuchar, prácticamente todos los músicos, bandas y solistas, hacían sus canciones buscando, con apoyo de su respectiva casa disquera, que esa canción ocupara los primeros lugares de las listas de popularidad y ya, sin otra pretensión.

Cumplido el tiempo estimado para que la  canción mantuviera su reinado en los charts, evidentemente pasaría y entonces se hacía necesario pensar en un nuevo lanzamiento que sustituyera al anterior, así trabajaban la mayoría de los que ocupaban la escena de la música nacional e internacional, situación que hasta la fecha no ha cambiado en absoluto, las fórmulas siguen siendo las mismas.

Pero Led Zeppelin no, ellos no tenían esas pretensiones comerciales, sino que lo que los movía a grabar discos era solamente su amor por la música, el arte por el arte. Evidentemente como consecuencia de ese amor por el arte y a lo virtuoso que eran los cuatro músicos de Led Zeppelin, sus discos se vendían escandalosamente, aún sin la promoción ni los reflectores que tenían otros artistas, Led Zeppelin se convirtió en una verdadera industria que vendía enormes cantidades de discos y que tenían legiones de seguidores que buscaban opciones musicales más serias, no esa música perecedera con una irrevocable fecha de caducidad.

histoley5bEl Phisical Graffiti de Led Zeppelin significó para mí el encontrar una nueva dimensión musical, aunque ya tenía la experiencia de conocer bandas de rock de los años sesentas como The Doors, The Cream, Iron Butterfly, Jimi Hendrix o Bob Dylan que renunciaron a toda obediencia y sumisión comercial impuesta por los sellos discográficos en función de una más honesta y convincente propuesta musical, sin embargo, escuchar este disco de Zeppelin fue una verdadera sacudida, posiblemente porque lo escuché en radio cultural y al mismo tiempo que conocí las verdaderas posibilidades del rock representado en este caso por Led Zeppelin, también tuve la inconmensurable oportunidad de conocer una radio distinta a la que hasta ese momento conocía, en Radio Uva los locutores solo presentaban las canciones, en Radio Casa de la Cultura, más tarde Radio Instituto Cultural de Aguascalientes, encontraba la historia del grupo, las anécdotas, los pormenores del disco, las letras de las canciones y claro, lo más importante, el punto del vista del conductor, cumpliendo así con una de las funciones básicas de la radio, formar opinión en el radioescucha.

De esta manera fui poco a poco formando mi propia opinión respecto a la música, eligiendo lo que me gustaba, y desechando lo que definitivamente no me gustaba, pero no ya de una manera irracional y dócil, solo porque lo dice la radio (comercial), sino con un conocimiento de causa, seguramente todavía insípido, pero finalmente ya había una razón, un justificación. Fue gracias a la radio cultural, y de manera especial, gracias a David García, que yo empecé, primero a formar y a fortalecer después, mis criterios musicales hasta hacerlos sólidos como una roca, hoy no tengo duda de lo que me gusta y porqué me gusta, como tampoco tengo duda de lo que no me gusta y porqué no me gusta, podrás estar de acuerdo conmigo o no en cuanto a mis radicales preferencias musicales, pero al menos tengo un argumento para defenderme mucho más sólido e inteligente que decir: “porque lo dijeron en la radio (comercial)”.

Esos eran los años setentas que yo viví, que considero íntimamente míos, con un paulatino, pero irreversible desprendimiento de los criterios musicales que reinaban en el establishment, fue entonces que entendí que había muchas otras cosas qué escuchar y que paso a paso, disco a disco, canción a canción, fueron dando forma, fueron fortaleciendo mi criterio musical, ya no era fácil que yo cayera en el engaño, entendí que no todo lo que brilla es oro y que es necesario pulir el diamante para apreciar toda la intensidad de su brillo.

Lógicamente al Phisical Graffiti de Led Zeppelin siguieron otros discos igualmente contundentes y, si me permites la expresión, noqueadores, discos que fueron poco a poco enriqueciendo mi muy personal perspectiva musical y que a la postre formaron parte de mi fonoteca. Todos estos discos no son asunto pasajero, sino que son propuestas que trascienden por mucho la simple intención de grabar un disco para que muchos lo compren, para que rompa los records de ventas y alcance las alturas en los charts, más allá de eso, está la intención de hacer buena música, estoy seguro que todos aquellos grandes íconos del rock, ni siquiera pensaron en la inmortalidad al grabar algunos de estos discos, solo es la inquietud característica del creador, del artista, ávido de hacerse escuchar, de encontrar eco en su propuesta, eso y nada más, todas las consecuencias se dan por añadidura.

histoley5cO ¿alguno de ustedes, gentiles y pacientes lectores, supone que, por ejemplo, Jim Morrison escribió su poema de The End pensando que este texto integraría uno de los mejores discos de los años sesentas y consecuentemente, uno de mejores discos de rock de todo esto que no nos atrevemos a definir como historia o leyenda? Seguramente no, gente como él hacía poesía o escribía música como una verdadera necesidad, como una prioridad para poder sobrellevar la existencia, como una manera de sortear los obstáculos que plantea la vida, ninguno de los grandes artistas que registra la humanidad decidió hacerse músico, poeta, pintor, escultor, bailarín, con el afán de alcanzar la inmortalidad.

Esos, los que inician una carrera en la música, pensando en la inmortalidad, en la trascendencia, son los que generalmente terminan por grabar discos con fecha de caducidad, hacen música perecedera y mientras están en su efímero momento de gloria, les gusta mirar hacia abajo creyéndose en las alturas, pero todo es ficticio, es sólo un espejismo y las caídas suelen ser más duras, entre más alto suben más fuerte caen, a menos que las alturas tengan algún sostén sólido, pero este sostén lo tienen quienes encuentran en el arte una forma de vida y no buscan la inmortalidad, eso, evidentemente, es consecuencia de la creación, de lo contrario  esas  ambiciones mezquinas terminan por deteriorar y corromper el arte.

Pero el objetivo de las presentes líneas de manera alguna pretende ser una crítica a la industria de la música, de eso habrá tiempo después, aquí el objetivo es revivir y compartir contigo las emociones generadas por la escucha absorta y atenta de algunos de los grandes monumentos que han quedado registrados en documentos grabados, esos que con el paso del tiempo se han convertido en la banda sonora de mi vida, si, ya sé que el término se ha convertido en un lugar común, pero busqué otra manera de decirlo y no lo encontré, es que efectivamente, cada canción, cada disco, cada banda de rock, tienen su momento, su lugar, su circunstancia, hay discos que me recuerdan cosas, personas, momentos, calles, en fin, escuchar aquellos viejos discos de rock es como darte una zambullida en la piscina de los recuerdos de la que cuesta trabajo salir, al salir sientes frío, entonces prefieres quedarte ahí.

Recuerdo algunas de aquellas tardes de principios de los años ochentas, cuando las preocupaciones no van mas allá de aprobar un examen, terminar el trabajo pendiente que hay que entregar el lunes y que solicitó el más estricto de los profes y recuperarse de la más reciente ruptura sentimental, generalmente todas esas cosas se hacen con música, pues si, recuerdo alguna de tantas tardes en donde cansados del siempre fallido y postergado intento de ponernos al día en los apuntes de la escuela, un par de buenos amigos, Antonio Campos y Alberto González Rojas, pero dejémoslo mejor en Campos y Rojas, decidimos darnos un “break” y escuchar un poco de buena música, Campos acababa de comprar un disco de U.F.O. Después, cuando estaba yo más informado, me enteré que se trataba de una edición especial editada como álbum doble de las dos primeras producciones de esta banda.

histoley5dA partir de ese momento empecé a tener un interés enorme por U.F.O. este es un grupo alemán que proponía un rock sorprendente, cuando escuché aquel disco en la casa de Rojas, desde el momento en que la aguja empezó a recorrer los surcos del vinil, mi todavía incipiente sapiencia musical entendió, sin embargo, que lo que estaba escuchando era música muy inteligente, muy atrevida, nada convencional, ya no eran las mismas baladitas dulzonas de los Platters ni las tonadillas pegajosas de los Everly Brothers, aquí había un compromiso más serio, un rock que si bien, me parecía lejano, ajeno a mis referencias musicales, estaba sorprendido al asomarme a aquel abismo musical al que definitivamente no le veía el fondo. Entonces mi interés musical fue realmente insaciable.

Esos discos de U.F.O tenían canciones muy largas, una de ellas con poco más de 20 minutos de duración, no concebía que una canción de rock durara tanto, pero al mismo tiempo, esto significaba asomarme a un inmenso mar de nuevas posibilidades que cada vez entendía como algo inagotable, estaba realmente fascinado. Creo que el día que me disponga a hacer la lista de mis discos favoritos, tendré que anotar estos dos de U.F.O. Recuerdo que una de las cosas que más me sorprendieron de aquel par de producciones de UFO fue el impresionante trabajo del guitarrista, me puse a investigar y me di cuenta que este músico se llama Mike Bolton, -por favor, en honor a su majestad la música, no confundir con el baladista aburrido que todos identifican como Michael Bolton, nada que ver entre ambos- Mike Bolton, el guitarrista de UFO tiene una perspectiva de la música mucho más ambiciosa, irreconciliable con el conformismo del otro Bolton que arranca suspiros de quinceañeras cantando horribles versiones de canciones exitosas de otros músicos. Lo extraño es que después de ese par de verdaderas joyas del rock, así, simplemente rock, sin etiquetas, el grupo de U.F.O. decidió sustituirlo por un guitarrista más… posiblemente histriónico, que no por eso deja de ser extraordinario músico, el guitarrista en cuestión se llama Michael Schenker que además de su incursión en la banda, desarrollo una impresionante carrera como solista, además de su muy afortunada asociación con McCuley, formando el dueto de McCuley-Schenker, un rock más ligero que el que había logrado en su carrera solista, pero igualmente convincente.

Y a partir de este momento, la bola de nieve ya no se puede detener, va en caída libre y no hay forma de detenerla, conocer a U.F.O. y con la previa y sacudidora experiencia que me había dejado Led Zeppelín, tenía clara la idea de que lo que veía era solo la punta del iceberg y que había una profundidad inconmensurable que se abría antes mis sorprendidos ojos, así que, sin los adelantos y alternativas tecnológicas que tenemos el día de hoy, ya sabes, el Internet te permite acceder a toda la música que quieras, pero en aquellos años, te recuerdo que estamos a principios de los 80’s, las cosas no eran como ahora, había que conseguir los discos y no había muchas tiendas que te ofrecieran un buen catálogo de rock, excepto “El Golpe” de mi buen amigo Chuy Díaz con quien conseguí algunos de esos discos clásicos, las posibilidades era nulas. Por cierto, recuerdo que ahí, en la tienda El Golpe compré discos como “Close To The  Edge” de Yes o el de Premiata Forneria Marconi en vivo desde los Estados Unidos. Algunos años después, el mismo Chuy Díaz abrió una tienda de discos en Madero, la legendaria Discos Yes, utilizando el  mismo logotipo que el diseñado por Reger Dean para el grupo inglés del mismo nombre. No sé cuantos discos compré en ese lugar, fueron muchos, entre ellos recuerdo ahora el “British Steel” de Judas Priest, “We´re An American Band” de Grand Funk Railroad, algunos de Michael Shanker Group, el álbum doble de la película “Heavy Metal”, o el triple en vivo de Yes: “Yessongs”, sólo por recordar algunos.

También MC (Muebles Colonial) tenía una sección de discos que estaba en la planta baja del colosal edificio de la calle Madero, y esa tienda de discos era atendida por David García, ahí también me hice de algún buen material.

Uno de esos discos que compré en alguna de esas tiendas y que me marcó per saecula saeculorum es el “Master Of Reality” de Black Sabbath o el “Machine Head” de Deep Purple, este par de discos provocaron una revolución interior y claro, la búsqueda de más y las cosas se fueron dando casi de manera natural, más grupos, más discos y la convicción de que el rock era mi música, se convirtió en mi refugio en los momentos difíciles y por supuesto, también en los fáciles. Como dice la canción de Sha Na Na de 1969: “Rock & Roll Is Here To Stay” y hasta que la muerte nos separe.

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Columna de Mezquite

Las Ciclovías, una Política de Estado

              (Primera Parte)

Lic. Guillermo Macías y Díaz Infante

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No hay proyecto de gobierno para Aguascalientes que sea más positivo, más trascendente y más conveniente y más necesario que el establecimiento de una red de ciclovías, tanto para la ciudad, como para las áreas suburbanas, los pueblos y aún las áreas rurales.

Ni la atención a la seguridad ni el impulso de la industrialización en su vertiente metalmecánica ni en su aspecto agroindustrial, ni los proyectos para la educación, la salud o la alimentación, todo ello dadas las actuales circunstancias de nuestra ciudad y estado, propiciarían mayor desarrollo y un cambio profundo en nuestra sociedad que la construcción de una red integral de ciclovías.

Los gobernantes actuales o futuros que piensen que desprecien la construcción seria de un sistema integral de ciclovías, son unos políticos miopes y carentes de la dimensión de estadistas.

En la población aguascalentense se percibe un deseo por andar en bicicleta, no como un medio sustitutivo del automóvil, sino como una manera alternativa de transportarse para muchas circunstancias y momentos. Lamentablemente no existen las condiciones de seguridad, infraestructura e información para que la gente lo haga y desde luego faltan las bicis adecuadas para la ciudad (no es lo mismo una bici de montaña que una para ciclismo urbano).

Ya hemos dicho, hemos insistido en que “un sistema integral de ciclovías transformaría Aguascalientes y a los aguascalentenses, generando un círculo virtuoso de efectos y consecuencias cada vez más, mayores y mejores. La existencia de una red integral de ciclovías, y desde luego su utilización y mantenimiento generará, en primer lugar, un cambio en la cultura vial (que desde luego necesitaría en alguna medida del ejercicio de la función de autoridad que aplique con firmeza la ley a los reacios).

La circulación vial en condiciones de una cultura del orden es a su vez un factor que propicia la convivencia armónica. Se iría imponiendo el orden sobre el desorden y se iría adquiriendo conciencia de la necesidad del respeto a las normas comunitarias. De esto nuestro pueblo está muy necesitado. Las ciclovías serían entonces un factor generador de respeto al orden público y por ello un elemento educativo (hay que reconocerlo, necesitamos educación sobre lo público) para grandes y chicos.

El ciclista –sea quien sea- por estar en condiciones de desventaja para el caso de un accidente contra otro vehículo, se convierte automáticamente en un vigilante del orden y en un habitante exigente del orden público, porque sabe que si no lo exige, si no lo hace valer, su integridad y su vida corren riesgo.

Así, el círculo se cierra en este aspecto: el ciclista circula porque hay orden y porque el mínimo desorden le puede afectar gravemente, colabora a hacer prevalecer el orden; se actúa con conciencia del orden y se vive con responsabilidad hacia el orden. Hay a fin de cuentas una fuente de cultura hacia la convivencia ordenada. Los grandes nos reeducamos y los niños aprenden a vivir en un ambiente de respeto al orden público. Las ciclovías reeducan y educan a todos y en todos sentidos.”

Las ciclovías son un proyecto de cambio profundo para la sociedad aguascalentense y bien pudiera ser un modelo nacional de desarrollo urbano para muchas ciudades y regiones del país. Nuestra comunidad necesita estadistas, políticos que propicien el verdadero desarrollo. Gobernante que no vea lo anterior, no sirve como gobernante.

Las ciclovías son el proyecto de desarrollo social, cultural, económico, educativo y de salud más importante que puede diseñarse para Aguascalientes.

No se puede pensar como gobernante que construir ciclovías es establecer algunos metros o kilómetros de espacio confinado para que unos cuantos pobres se transporten a fuerza de pedalazos.

Tampoco se puede pensar que una red de ciclovías sería para el uso de unos cuantos jóvenes de pensamiento marginado o incomprendidos.

Tampoco se puede despreciar, minimizar la importancia, la conveniencia y la necesidad de un proyecto de ciclovías, argumentando que son pocos los que actualmente hacen uso de este medio de transporte en la ciudad y en base a ese criterio hacer un proyecto pobre.

Quiero señalar, con todas sus letras, que los actuales gobernantes en los distintos ámbitos, de los que tienen a su cargo la conducción de las políticas públicas, de las obras públicas, del desarrollo y del urbanismo en Aguascalientes, se han olvidado de que la ley los obliga al establecimiento de las ciclovías. No hacerlo, es incumplir con la ley, pero sobre todo, es una grande muestra de una enorme pobreza política.

Efectivamente, en las últimas obras públicas viales la autoridad ha ignorado el mandato legal relativo a las ciclovías. Ahí está el nuevo paso a desnivel de Segundo Anillo y Agostaderito. Con independencia de que va a ser un nuevo embudo automovilístico como muchos de los pasos construidos hace pocos años, es un tapón, es una barrera para la movilidad en bicicleta. Y peor que eso: es la construcción de una zona de peligro para los ciclistas. Es una irresponsabilidad social, cultural, política, jurídica y gubernativa.

Los gobernantes encargados del urbanismo siguen diseñando hasta el día de hoy el fracaso de Aguascalientes como ciudad con posibilidades de un desarrollo sano, ordenado y trascendente.

(Continuará)

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