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Miguel Tierrafría

Irapuato, Gto, 27 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- Una aplicación para teléfonos inteligentes que fusiona la pasión por el fútbol con la enseñanza de la aritmética fue desarrollada por el maestro en Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Guanajuato (UG), Marco Antonio Contreras Cruz.

mat27dic15La  aplicación (app), conocida como MathFoot, está dirigida a alumnos de nivel primaria y, además de plantear retos de aritmética con tres niveles de dificultad, se vale del gusto por el futbol para hacer lúdica y atractiva la experiencia de aprendizaje.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el maestro Contreras Cruz, académico adscrito a la División de Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, explicó que el objetivo de su innovación fue dotar a los profesores de una herramienta didáctica auxiliar y atractiva para la enseñanza de la aritmética.

"La aplicación fusiona dos ideas principales: la primera es aprovechar la atracción que posee el futbol y la segunda es cómo involucrarlos en el área de las matemáticas, entonces es jugar fútbol e involucrarlos en el tema, específicamente dentro de la aritmética, es resolver ejercicios aritméticos con un jugador de futbol. La aplicación hasta el momento no ha sido llevada al aula; es una aplicación desarrollada para teléfonos celulares, entonces el objetivo es, usando el celular, poder hacer ese tipo de operaciones que sirvan como ejercicio para los niños".

Enseñanza digital

El maestro, quien además tiene formación en sistemas computacionales, indicó que la idea de desarrollar esta app para dispositivos móviles es ante el campo de oportunidad que existe en esta área, ya que la enseñanza de materias básicas como español, ciencias o las propias matemáticas, está mudándose al ámbito digital.

"Lo que veo es que es un campo de oportunidad para tratar de fomentar la ciencia y la tecnología en los niños, no solo a los que sean usuarios sino también a los que son desarrolladores y se involucren en esta área. Hay un crecimiento considerable de aplicaciones, es mejor tratar para este tipo de aplicaciones, no solo desperdiciar nuestro tiempo sino aprovecharlo y aprender algo, es lo que yo veo de importante".

La aplicación MathFoot fue diseñada para participar en el concurso que organizó la Fundación Telefónica, llamado Premios App, donde fue distinguida con el segundo lugar. El concurso de la empresa de telefonía celular tiene como principal objetivo el fomento a la innovación y el uso creativo de la tecnología en código abierto para el apoyo lúdico y pedagógico en el ámbito creativo.

La implementación y publicación de la app quedará a cargo de la Fundación Telefónica para que, en conjunto con los aliados tecnológicos IBM, Firefox OS, Qualcomm, Microsoft y Wayra, pueda ser utilizada tanto por alumnos como por profesores de primaria en las operaciones matemáticas.

Tabletas y teléfonos inteligentes en clase

New Media Consortium, comunidad compuesta por universidades y centros de investigación en el mundo, publica el Informe Horizon donde plasma las tecnologías que dominarán en el futuro, para lo cual plantea que en un lapso de tres a cinco años se darán nuevas tendencias con las tecnologías de la información en las escuelas, como Bring your own device (BYOD) (trae tu propio dispositivo), Flipped Classroom (clase invertida), Makerspaces (talleres creativos), hasta tecnologías de aprendizaje adaptativo.

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Miguel Tierrafría

León, Gto, 24 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- El Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec), en conjunto con Industrias Scalini, dedicada al desarrollo de maquinaria para fabricación de calzado, implementó un sistema automatizado para el control en tiempo real de la producción de calzado a través de Internet.

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El Ciatec es un organismo que forma parte de la Red de Centros Públicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que tiene como objetivo principal contribuir con el desarrollo tecnológico, económico y social de México.

El proyecto Automatización de procesos de manufactura en industria del calzado mediante el uso de tecnologías de información fue desarrollado en poco más de un año por los especialistas del Ciatec, Miguel Enrique Chowell, líder de Aplicaciones y Sistemas, y Rubén Hernández, asesor en sistemas en el centro, quienes emprendieron esta labor, ante la necesidad de empresas de la industria del calzado de empezar a modernizar sus procesos, en donde se obtuviera información —en tiempo real— sobre el proceso de fabricación de los lotes de calzado.

El prototipo inicial desarrollado incluyó la automatización de los hornos de montado de las Industrias Scalini, quienes desarrollaron la maquinaria, además de las tarjetas de comunicación entre el software y el equipo.

En tanto, Ciatec, a través de los especialistas, contribuyó en el proyecto con el desarrollo del software de administración y el software para comunicar con las tarjetas el envío de la información previamente capturada y con ello ejecutar los lotes de producción planeados.

El software desarrollado por especialistas del Ciatec tenía como objetivo obtener variables como temperatura, humedad y velocidad en la producción, que permitiera que con los datos arrojados y cotejados al instante se determinara si la línea de producción de calzado debe adecuarse en intensidad o en parámetros, para así lograr el lote de producción por día.

calzado 24dic15a"La participación fuerte que tuvimos fue con el desarrollo, en la parte de tecnologías de la información y en la parte del proceso de construcción del calzado, específicamente en el proceso de montado, todo lo que fue el riel lo desarrolló Industrias Scalini, todo lo que fueron las tarjetas, ellos lo programaron, ya tienen hornos, maquinaria, la cual ya viene de forma integrada, lo que son los sensores, esos sensores teníamos que desarrollar o captar toda la información que estuvieran arrojando para ir filtrando y mostrando en tiempo real lo que estaba pasando", expresó Miguel Enrique Chowell.

Lo novedoso que tiene el sistema automatizado es que implementaron una plataforma web en la que sin necesidad de estar físicamente en la empresa, los directivos o cualquier operador de producción puede consultar los datos arrojados por la maquinaria, conectado a través de Internet con su computadora, smartphone o tableta electrónica.

"Hicimos mucho hincapié, ya que el sistema está en un ambiente web, nosotros recomendamos que todo fuera en una red local pero daba la posibilidad de que desde un teléfono inteligente pudieran consultar qué es lo que pasa en la empresa, entonces hacer eso conllevó un reto importante en cuestión de seguridad de la información, ya que pudiera estar la empresa aquí en México, el empresario en un viaje de negocios en Estados Unidos o en China, y estar viendo qué es lo que pasa en tiempo real en su empresa", precisó Rubén Hernández.

Información amigable y segura

Los especialistas del Ciatec señalaron que durante el desarrollo del proyecto se enfrentaron a situaciones como el hecho de que la maquinaria con la que estuvieron interactuando arrojaba demasiada información, difícil de depurar para ofrecer datos precisos de la producción a operadores y dueños de empresas de la industria del calzado.

"Tuvimos dificultades técnicas en la parte de comunicación con lo que era la maquinaria, ya que era mucha la información que estaba fluyendo, entonces teníamos que filtrarla para, de una forma amigable, presentársela al empresario, al encargado de operaciones de la empresa", expresó Rubén Hernández.

Finalmente, este proyecto de automatización de procesos para la industria del calzado, desarrollado entre Ciatec e Industrias Scalini, fue presentado en la Feria de Proveeduría ANPIC en octubre pasado, donde empresas de México y el extranjero mostraron interés en el software desarrollado.

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Alejandro Montaño Barbosa

San Cristóbal de las Casas, Chis, 21 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- El 4 de octubre de 1957, la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) puso en órbita el primer satélite artificial, a una altura de 938 kilómetros de la Tierra: el Sputnik I, de 83 kilogramos de peso y 58 centímetros de diámetro, con la misión de comprobar la temperatura y propagación de la ionósfera, así como la densidad atmosférica (la cual, se comprobó, era mayor a lo que se esperaba, pues el arrastre y la fricción hicieron descender de su órbita antes de lo previsto al Sputnik, que se desintegró a las tres semanas de haber sido lanzado).

 

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En diciembre de 1957, en México, solo dos meses después del lanzamiento del Sputnik I, profesores de la Escuela de Física de la Universidad de San Luis Potosí, lanzaron el primer cohete sonda mexicano para conocer las propiedades de la atmósfera: el Física I, con 8 kilogramos de peso, 1.70 metros de diámetro y dos mil 500 metros de alcance, con el objetivo de aprovechar los cohetes como vehículos para realizar investigación científica en las altas capas de la atmósfera.

"México inicia así su participación en la era espacial, sin tener ninguna prisa, sin competir con nadie, esto era un aprendizaje, un esfuerzo de la academia, no del gobierno”, comenta para la Agencia Informativa Conacyt el ingeniero Mario Arreola Santander, director de Divulgación de la Ciencia y Tecnología Espacial de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), al término de la conferencia Del Sputnik a la Agencia Espacial Mexicana, que impartió como parte del cierre de actividades de la Expo Ingenio El Espacio, celebrada en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

satelite21dic15aEn 1959 y 60, continúa Arreola Santander su recuento, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), bajo la dirección del ingeniero Walter Cross Buchanan, inicia la construcción de cohetes con combustible líquido, tomando como ejemplo la tecnología de propulsión de los cohetes alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Los cohetes SCT-1 y SCT-2 llegan entre cuatro mil y 25 mil metros de altura, respectivamente.

En esos años, el programa Mercury de los Estados Unidos estaba en su apogeo, y pidieron a nuestro país instalar una estación rastreadora en Guaymas, Sonora, para poder captar la señal de sus naves, la cual sirvió también para los programas Gemini y Apolo de la NASA.

“En el año 62, el presidente López Mateos, un visionario, que pensaba que era necesario que nuestro país tuviera un pie en el espacio, crea la Comisión Nacional del Espacio Exterior (Conee), que es el antecedente de nuestra agencia. En el mismo año, la UNAM establece su Departamento del Espacio Exterior, pero más bien con fines astrofísicos, para estudiar la física en el sistema solar”. México continuaba, de manera muy modesta, su participación en la era espacial.

“Entre 1963 y 67, en San Luis Potosí, los físicos siguen lanzando sus cohetes sonda, desde un lugar de lanzamiento que es bautizado como Cabo Tuna… Los gringos tenían su Cabo Kennedy, y nosotros también teníamos nuestro cabo, desde donde se lanzaban cohetes hidropropulsados a baja altura, como el Olímpico I y el Zeus-1, que tuvieron un alcance de 10 mil metros”.

En 1968, para los Juegos Olímpicos de México, en los que se realizan las primeras transmisiones de televisión a color vía satélite a todo el mundo, esto fue posible gracias a dos cosas: los primeros satélites comerciales de telecomunicaciones, que ya existían, y a la Estación Terrena de Tulancingo, Guerrero, la más grande del mundo en su tiempo, con dos enormes platos parabólicos, de 32 metros de diámetro, que aún están ahí, funcionando.

"En 1970, la Universidad Autónoma de Zacatecas también realiza algunos lanzamientos de cohetes con combustible sólido; el UAZ–7 alcanza los  tres mil 500 metros de altitud".

Tecnología mexicana al espacio

satelite21dic15bPara 1972, la Universidad de San Luis Potosí realiza su último lanzamiento desde Cabo Tuna, con el cohete Filoctetes II, de dos etapas, con un mayor alcance, pero por desgracia este programa se suspendió por falta de presupuesto. Ese fue también el último año en el cual la NASA envió misiones tripuladas a la luna.

“Durante todos esos años, del 67 al 75, la Conee había presentado proyectos muy interesantes, comenta Arreola Santander, construyó cohetes, como el Mitl 1 que ascendió 50 kilómetros, lo que se denomina el espacio cercano, y el Mitl 2, que llegó hasta los 120 kilómetros de altura, por encima del límite de lo que se conoce como la línea de Kármán, que divide el espacio aéreo del espacio exterior.

“Pero desgraciadamente en 1977, gente con menos visión no supo qué hacer con la Conee y la desapareció", asegura Arreola Santander. Para mediados de la década de los años 80, México fortalece su presencia en el espacio con el sistema de satélites Morelos I y II.

Adicionalmente un grupo de universitarios mexicanos diseñó una serie de experimentos que se llevaron a cabo en ese mismo viaje. Otros experimentos, mucho más ambiciosos, diseñados también por científicos mexicanos, desgraciadamente nunca se realizaron debido a la explosión del transbordador Challenger.

En los años 90, estudiantes de la UNAM desarrollaron un microsatélite, el UNAMSAT B, que fue lanzado en un cohete ruso (el primero explotó junto con el cohete que lo transportaba), que hasta la fecha ha sido el único satélite construido por mexicanos que ha estado en órbita.

Para inicios de este siglo, al acabarse la vida útil de los satélites Morelos, México adquirió su segundo sistema] los satélites Solidaridad I y II, lanzados en 1993 y 94, en los cuales ya hubo algo de transferencia de tecnología, ya que científicos mexicanos se capacitaron para su operación, e inclusive participaron en el diseño de algunos componentes.

Nace la Agencia Espacial Mexicana

En junio de 2010 se aprobó, después de un debate de más de seis años en el Congreso, la ley que dio origen a la Agencia Espacial Mexicana. “La ventaja que hoy tenemos —apunta Arreola Santander— es que no fuimos creados por decreto presidencial, sino por una iniciativa ciudadana, de la academia y la sociedad civil, quienes promovieron una ley que nos dio origen, ahora somos un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, ya no nos pueden desaparecer así nada más”.

Actualmente la AEM busca la articulación entre los centros de investigación, la naciente industria interesada en incursionar en el desarrollo de productos y servicios vinculados con la astronáutica e incrementar el interés de la población en general por los temas relacionados con el espacio.

Para ello cuentan con la revista de ciencia y tecnología espacial Hacia el Espacio que mes con mes publica artículos relacionados con temas de astronomía, astronáutica y la exploración espacial.

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El traje de un cosmonauta

Al finalizar la plática, el ingeniero Arreola Santander presentó a los asistentes el traje de presurización que usó el canadiense Chris Hadfield, astronauta y cosmonauta (ya que viajó a bordo de naves de la NASA y de la Agencia Espacial Federal Rusa). Ingeniero y expiloto de combate de la Real Fuerza Aérea Canadiense, fue el primer canadiense en caminar en el espacio. Ha participado en tres misiones espaciales y fue comandante de la Estación Espacial Internacional.

El traje es virtualmente idéntico al usado por Sandra Bullock en la película Gravity del director mexicano Alfonso Cuarón. Los asistentes pudieron ver de cerca, e incluso tocar el traje, no solo verlo a través de una vitrina. Este fue el pretexto ideal para que las y los asistentes se acercaran a hacer gran número de preguntas sobre la exploración espacial.

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Tania Robles

México, D.F., 24 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- Un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería (FI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), específicamente de la Unidad de Alta Tecnología (UAT), realizó pruebas de funcionamiento de las cámaras electrónicas que se pretenden utilizar en el nanosatélite Ulises 2.0, esto a bordo de un globo estratosférico que alcanzó los 31 kilómetros.

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Este vuelo estratosférico se realizó para comprobar el funcionamiento correcto de dos cámaras que se pretenden utilizar en la misión y conocer su comportamiento a grandes alturas, pues la misión Ulises 2.0 ha planteado llevar a cabo sus órbitas a aproximadamente 400 kilómetros de altura.

“La idea de probar componentes electrónicos destinados a proyectos satelitales a bordo de globos estratosféricos se debe a que algunas condiciones del ambiente espacial son similares a las encontradas en la estratósfera. Sin embargo, hay una gran ventaja económica, pues enviar algún dispositivo al espacio simplemente para probarlo generaría un costo prohibitivo”, comentó el doctor José Alberto Ramírez Aguilar, coordinador técnico de la misión Ulises 2.0.

espacio 24dic15aAmbas cámaras permiten realizar fotografía de la luz visible e infrarroja, y fueron blindadas y protegidas para soportar las condiciones que se presentan a dicha altura, pues se alcanzaron temperaturas de -50 grados centígrados. Dentro de la programación que conllevó al funcionamiento correcto de las cámaras, se encuentran el doctor José Antonio Pérez Guzmán, maestro Rafael Guadalupe Chávez Moreno y el tesista de licenciatura, Orlando Edmar Carrera Cabrera, quien colaboró en la integración de los sistemas electrónicos.

El vuelo se realizó el pasado 28 de noviembre de 2015 en el Parque Ecológico Explora en León, Guanajuato, en el globo estratosférico del proyecto Diseño y estudios termo mecánicos para cargas útiles ligeras de globos estratosféricos, perteneciente al Instituto de Ingeniería (II) coordinado por los investigadores Frederic Trillaud y Fernando Velázquez.

El tamaño de la tarjeta es de 22 por 10 centímetros, además se incluyeron dos baterías de alimentación para cada cámara, y ambas se conectaron a su tarjeta de desarrollo, tecnología basada en microcontroladores ARM Cortex M4, respectivamente. Las baterías utilizadas son de uso común como cargadores de emergencia para celulares, mismas que proporcionan corriente máxima de 1 A y su capacidad es de 1800 mAh. Las cámaras fueron enteramente programadas y probadas en la UAT. La fotografía que se realiza observando luz visible se tomó cada seis segundos, mientras que en el caso de la luz infrarroja se tomaron cada 30 segundos.

Ulises 2.0

El proyecto Ulises 2.0 es un nanosatélite realizado en la UAT, perteneciente a la FI de la UNAM en el campus Juriquilla, Querétaro, y liderado por el Colectivo Espacial Mexicano (CEM). La misión de este satélite Ulises 2.0 fomenta la cooperación y formación de especialistas en la ingeniería espacial y artistas inmiscuidos en esta área, puesto que el objetivo principal será el de fotografía y percepción remota desde una órbita polar.

Otro objetivo de la misión es el desarrollo de sistemas de telecomunicaciones a bordo que permita enlaces bidireccionales, su operación en una órbita polar y formar los recursos humanos necesarios para Ulises 2.0. Se espera sea lanzado a su órbita en uno o dos años.

Una vez integrados los microcontroladores en una misma tarjeta, y en conjunto con las dos cámaras, fue integrada la electrónica del Ulises 2.0 y la del II el 30 de octubre de 2015.

“Para la UAT la prueba ha sido todo un éxito, pues se lograron obtener fotografías de la curvatura de la superficie terrestre a una altura mayor a 30 kilómetros, bajo condiciones extremas, que demuestra en principio que la electrónica utilizada funcionó bajo estas condiciones. Lo cual es un indicio de que puede utilizarse como prototipo de sistemas espaciales para el satélite Ulises 2.0, demostrando una vez más que el nanosatélite Ulises 2.0 se acerca cada vez más al espacio”, explicó el doctor Ramírez Aguilar, quien también es investigador en la UAT.

Esto se logró con el apoyo de la red temática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Red de Ciencia y Tecnología del Espacio (Redcyte) y de la empresa Remtronic Telecomunicaciones.

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Israel Pérez Valencia

Querétaro, Qro, 21 de diciembre 2015.- (aguzados.com).- Con el objetivo de ofrecer alternativas que mejoren los procesos de trasplantes de órganos, el Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada (CICATA) Querétaro, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de la ciudad de México, diseñó un dispositivo para medir, registrar y controlar la temperatura de órganos destinados para trasplantes.

 

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El estudiante de la especialidad en Tecnología Avanzada del CICATA, Carlos Antonio Bautista Ángeles, informó que el proyecto está encabezado por el académico del área de Mecatrónica e Instrumentación, el doctor Jorge Adalberto Huerta Ruelas, y busca mejorar la calidad en los procesos de trasplantes de órganos en México a través de un sistema con aplicación para dispositivos Android.

“Este proyecto surge como una necesidad manifiesta del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición de la ciudad de México. Los cirujanos del Departamento de Crioconservación y Trasplantes observaron que el proceso no se ejecuta de una manera adecuada, es decir, no se apega a lo que indica la literatura médica, ya que los órganos durante el inter de un trasplante deben mantenerse a una temperatura de cuatro grados centígrados. Lo que se hace actualmente es sumergirlo en hielo sin una medición”, indicó.

En ese sentido, Bautista Ángeles abundó que la propuesta por el CICATA Querétaro consiste en un sistema que mide, registra y controla la temperatura a lo largo de la cirugía de reconstrucción, que es la intervención intermedia previa al trasplante.

“Este dispositivo integra varias tecnologías; la primera es el sistema de refrigeración, basado en el ciclo estándar, con sensores de temperatura que se comunican por un protocolo que se llama 1-Wire, con la ventaja de que se pueden conectar hasta cien sensores en un solo puerto de comunicación; entonces si quisiéramos tener más información de temperatura en cualquier punto del lebrillo quirúrgico, podríamos agregarlos sin mayor complicación”, puntualizó.

Para la parte del registro de la temperatura, destacó el estudiante de Tecnología Avanzada, se integró una aplicación desarrollada para el sistema Android, que se comunica por medio de tecnología Bluetooth con el controlador del sistema. Esto genera un archivo de texto, que se puede procesar, incluso en Excel, para que los cirujanos hagan investigación clínica.

“Con esta tecnología pueden investigar la influencia que tiene la temperatura durante el proceso de trasplante a corto y mediano plazos. Y otra muy importante es que les permitimos documentar su trabajo. En algunos casos, sobre todo en Estados Unidos, se llegan a presentar demandas por mal manejo de los órganos; con este sistema ellos pueden tener un respaldo de la temperatura en la cual estuvieron trabajando”, describió.

Algoritmos y microprocesadores

En la siguiente etapa del proyecto se instalarán sensores que también registren la temperatura de la solución de preservación, y envíen una señal a un sistema embebido en un microprocesador que lleve a cabo una acción de control de refrigeración.

app21dic15a“El microprocesador indicará la temperatura para que se mantenga estable. Vamos a implementar un algoritmo de control difuso programado dentro del microprocesador; todavía hay que hacer investigaciones para ver cómo se comportan térmicamente los órganos”, indicó.

Bautista Ángeles aclaró que los recursos para la realización de este proyecto corrieron a cargo del CICATA en colaboración con cirujanos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, quienes aportaron la asesoría respecto a la parte médica del dispositivo, además de las directrices y las características que se requieren para ser utilizado en los procesos de trasplantes de órganos.

“Por ejemplo, uno de los requisitos que nos solicitaron fue la interfaz touch; otra muy importante fue que todo el dispositivo fuera esterilizable. El ambiente quirúrgico es muy especial, sabemos que las infecciones intrahospitalarias son causa de muchos fallecimientos, por eso ellos nos han indicado cuáles son los materiales que requieren en los componentes del dispositivo, en este caso trabajamos con acero inoxidable de grado quirúrgico 304”, finalizó.

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