Domingo, 05 Mayo 2024
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AGUZADOS / MIAA VS VEOLIA

 

 

  • La concesión fue otorgada en la administración gubernamental de Miguel Ángel Barberena

 

Carlos Romo Medina

 

TENÍA QUE IRSE. La salida de la empresa francesa Veolia era inminente. Por treinta años abusó de los consumidores y ganó millones de dólares con el agua de los aguascalentenses. Es una historia que algunos cuentan de acuerdo con sus intereses o conforme les han ido dibujando esa historia. En su entorno se han dicho medias verdades o verdades a medias, e inclusive se han tejido toda clase de leyendas urbanas que han envuelto la realidad con una neblina que obnubila el panorama real.

TODO COMENZÓ durante el gobierno de Miguel Ángel Barbera Vega (1986-1992). La llegada de Barberena Vega coincidió con la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la presidencia en 1988, administración federal que se distinguió por las privatizaciones de algunos bienes y empresas públicas. Eso permitió experimentar con la privatización del servicio de agua potable y alcantarillado de la capital de Aguascalientes, cuya prestación pública a cargo del municipio dejaba mucho que desear, aunque sin los abusos que distinguieron a Veolia.

EL ENTONCES GOBERNADOR Barberena Vega puso la mesa para que el poderoso Grupo de Ingenieros Civiles Asociados (ICA) fuera el benefactor de la concesión de suministrar el agua y el alcantarillado de la capital aguascalentense. Como ICA no tenía experiencia en esas tareas, invitaron a esa empresa francesa para que se asociara y participara en el negocio.

NO ESTÁ DE sobra citar que “casualmente” el gobernador era socio de ese grupo constructor. Acciones que adquirió previamente cuando ocupó otros cargos en la administración pública federal, como ejemplo fue subsecretario de Comunicaciones de la SCT. Vale la pena recordar que el entonces presidente del grupo ICA, Gilberto Borja Navarrete, fue invitado especial a la toma de protesta como candidato y luego a la toma de posesión de Miguel Ángel Barberena.

romero rosales

LA CONCESIÓN original fue otorgada durante la administración gubernamental de Miguel Ángel Barberena Vega, siendo alcalde en el primer tramo de su gobierno Héctor Manuel del Villar con quien iniciaron los preparativos. Después el presidente municipal fue Armando Romero Rosales, desechado por el gobernador y enviado como diputado federal para abrirle espacio a María Alicia de la Rosa como alcaldesa interina. Romero Rosales ha mantenido cerrada la boca y es indudable que él sabe mucho de cómo se dieron las cosas en ese entonces. Conociendo su “disciplina partidista”, lo más seguro es que jamás diga públicamente cómo se cocinaron las cosas.

DESPUÉS, LLEGÓ el salinista Otto René Granados Roldán como gobernador, quien tenía un severo enfrentamiento político con Barberena desde que fue destapado como candidato a gobernador y su seguro sucesor. Fue cuando en la campaña se habló del cartucho quemado que era Barberena y de la flor de un sexenio que representaba Granados. Así de bien llevados eran estos personajes.

Otto

ENTONCES OCURRIÓ lo que tenía que suceder. Granados Roldán buscó afanosamente “eliminar” del negocio a Barberena y asociados, y fue cuando se urdió el plan para dejarle el ciento por ciento de la concesión a Veolia, bajo la fachada de CAASA. Por supuesto que el “operador” para conseguir ese objetivo fue el entonces alcalde Fernando Gómez Esparza, para que diera la cara a nombre del municipio, puesto que el gobernador oficial y legalmente no podía hacerlo.

EN EL CONGRESO del Estado se requería de una mayoría simple para cambiar el escenario y como prácticamente estaban empatadas las fuerzas políticas en el legislativo, fue cuando se dio el milagroso desempate con el voto del entonces diputado del Partido del Trabajo, Raúl Vela, Y entonces dijeron que sus concesiones de taxis y camiones urbanos se vieron multiplicadas milagrosamente después de emitir su sufragio. El diario de los debates consigna la intención de su voto.

alfredo reyes

EL OPORTUNISMO POLÍTICO del momento fue aprovechado a la perfección por el Partido Acción Nacional (PAN), cuando en 1995 su candidato a la presidencia municipal Alfredo Reyes Velázquez, prometía a los ciudadanos de la capital aguascalentense que le retirarían esa concesión a la empresa francesa y la devolverían a su constitucional y original administrador: el municipio. Reyes Velázquez no tan solo no cumplió, sino que le amplió el periodo de la concesión a CAASA (Veolia, en realidad).

Y ASÍ SE fueron sucediendo las administraciones municipales hasta que Tere Jiménez finalmente escuchó a los usuarios y le dio su 5 de mayo a Veolia y que se ha concretado en la presente administración de Leo Montañez.

LA HORA DE la verdad llegó para el municipio capitalino y la administración actual que deberá cumplir con las expectativas levantadas con la creación de Modelo Integral de Aguas de Aguascalientes (MIAA), el organismo que a partir de este domingo tiene la responsabilidad de suministrar el agua potable a los consumidores de la capital y además construir nuevas redes de suministro y darle mantenimiento al drenaje.

EN LAS ÚLTIMAS horas, previas al vencimiento de la concesión, se desató una guerra de declaraciones entre Veolia y MIAA. La empresa argumentaba que tenían un amparo de un juez de la capital del país, mientras que el organismo público municipal afianzaba su papel como proveedor de ese servicio.

NO HAY DUDA de que millonarios intereses rodean esta disputa legal, y cuyo final se decidirá conforme lo señalan las leyes, mismas que mediante la interpretación de los jueces pondrán las cosas en su lugar a los contendientes en su sitio.

MIAA NO PUEDE fallar, porque si ello ocurriera, los consumidores podrán pasar de “guatemala” a “guatepeor”.

En sus propias palabras.

miaa

El municipio de Aguascalientes cumplirá con la obligación de prestar el servicio de agua, tal y como se señala en el Artículo 69 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes y 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. MIAA.

La frase del día.

Cuando los abusos son grandes y arraigados, el empuje para arrancarlos ha de ser fuerte. Jaime Luciano Balmes (1810-1848). Filósofo y sacerdote español.

El Bisturí. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.

El tema de la concesión del agua potable y alcantarillado de la ciudad capital de Aguascalientes es un asunto que se soslayó política y socialmente, porque sin duda brindaba enormes beneficios económicos a un puñado de personajes de la vida pública y privada. Se dejó crecer con tal de encarecer su presencia o ausencia, según fuera el caso. Al final, todavía quedan jugosas reminiscencias por pelearse. Como dijera el clásico: esto no se acaba, hasta que se acaba.

Colofón.

Porque estás que te vas…

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