Lunes, 06 Mayo 2024
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AGUZADOS / MAGRA INDEPENDENCIA

 

 

  • Hemos desembocado en la antesala de una dictadura que amenaza seriamente la magra independencia de los mexicanos

 

Carlos Romo Medina

 

LOS DÍAS 15 y 16 de septiembre de cada año reúne a los mexicanos en una celebración colectiva: la independencia nacional de la corona española. La versión oficial de ese pedazo de la historia nacional señala, que la independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto con las armas, que puso fin al dominio español mediante una guerra civil multifacética y que tuvo lugar en la mayor parte de los territorios de Nueva España.

SE PRECISA que ese hecho tuvo como resultado el surgimiento del Primer Imperio Mexicano. No está de más citar que la pérdida de dicha posesión tuvo una importancia decisiva para la economía del Imperio Español, ya que los ingresos mexicanos representaban el ochenta por ciento del total de los caudales americanos al final del periodo colonial.​ La guerra por la independencia mexicana comenzó el día 16 de septiembre de 1810, y terminó (oficialmente) con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el día 27 de septiembre de 1821.

EN TEORÍA, desde entonces, el pueblo mexicano ha tenido la libertad de forjar su presente y su futuro. A más de 200 años de su inicio y después de dos años en la celebración de los 200 años de su consumación, todo indica que esa independencia está pendiente por llegar a todos los hogares mexicanos.

DESPUÉS DE infinidad de conflictos internos post independentistas (que no se detallarán en este espacio, pero que todos conocemos) la mayoría de los mexicanos siguen a la espera de disfrutar a plenitud de esa anhelada independencia.

SI SE REVISA el aspecto geopolítico de la pretendida independencia nacional, México ha arrastrado diversas etapas en donde ha visto seriamente amenazada y acotada su integridad nacional. Y en todas las etapas históricas, pasando por las épocas juarista, porfirista, revolucionaria y post revolucionaria, llegando a los recientes años de la incipiente democracia, hemos desembocado en la antesala de una dictadura que amenaza seriamente la magra independencia de los mexicanos.

RESULTA OBVIO y evidente que la amenaza de un puñado de seudo izquierdistas trasnochados, se deriva de la realidad de que son más conservadores porque han conseguido y están manteniendo privilegios que dicen combatir, pero que en realidad son más de lo mismo de esos fifís que prometieron erradicar.

LOS LUJOS, los abusos, la prepotencia y la impunidad que se respira en el ambiente político nacional de quienes detentan el poder es inocultable. Ya lo dijo el clásico: hay tres cosas que no se pueden ocultar: el amor, el dinero y lo pendejo. A ello podría agregarse: lo corrupto.

corrupcion

JUSTAMENTE LA AMBICIÓN de llegar al poder propició el arreglo de pactos oscuros, furtivos, inconfesables, entre esos que se auto denominan salvadores del pueblo y lo más poderoso de organizaciones delictivas (empresariales y criminales) que derivaron en una alianza perversa que ha minado la independencia de los connacionales.

EN LOS ÚLTIMOS treinta años la llamada delincuencia organizada le ha arrebatado el espacio público y de gobierno a las autoridades en gran parte de la geografía nacional, unas veces por omisiones y otras por complicidad, pero la realidad es que ese vacío en el ejercicio del poder de la autoridad claramente no tan solo ha puesto en peligro la independencia de los ciudadanos a transitar con libertad y seguridad por el territorio nacional, sino ha permitido una impunidad que es insostenible.

SE ENTIENDE que independencia es sinónimo de libertad. Libertad para elegir y hacer lo que la ley NO prohíbe a los ciudadanos, en contraparte al claro ordenamiento que la ley señala a los gobernantes, quienes pueden hacer única y exclusivamente lo que la ley señala.

ESTE DETALLE que pareciera ser pequeño, es la clave para delinear la frontera entre lo público y lo privado. A pesar de que quienes asumen la responsabilidad de gobernar juran cumplir todas las leyes nacionales, incluida la Constitución General de la República, en la actualidad y en los hechos tenemos un presidente que disfruta ignorar los preceptos legales que juramentó respetar y cumplir, vociferando con cinismo que no le vengan con que la ley es la ley.

HABRÍA QUE AGREGAR a esa actitud silvestre, una política pública pueblerina en materia de seguridad surgida de una ocurrencia irresponsable, o peor aún, de un arreglo inconfesable para allanarle el camino a los criminales con el lema falsamente pacificador: abrazos, no balazos.

asaltos

LAS CALLES, los caminos, muchos pueblos ya no le pertenecen a la sociedad, a sus habitantes. Empresas de toda índole, pequeñas, medianas, grandes, ya perdieron su independencia, su libertad y su tranquilidad a manos de criminales solapados desde el poder público y que tienen esclavizados a los propietarios de esos negocios con el viejo método del pago de derecho de piso que nos recuerda los peores tiempos de la esclavitud.

LA SUPRESIÓN de esa libertad va aparejada con la amenaza implícita, tácita o abierta de que el incumplimiento de aceptar esa sujeción al abuso de los criminales se pagará con la vida del propietario, de familiares o colaboradores en el comercio que funciona lícitamente pagando los impuestos respectivos al fisco, pero que se grava un nuevo “impuesto” para los beneficiarios de esos abrazos. Los balazos, son para los débiles esclavos que cumplen la ley.

derecho de piso

ASÍ QUE, SI queremos hablar de independencia, de libertad en este México de hoy, primero tenemos que comenzar por limpiar la casa por dentro y después bramar por una soberanía ante el mundo exterior. Una soberanía prostituida con el lenguaje de los intereses políticos, maniqueos que solamente han servido para encubrir el saqueo de las arcas en las empresas públicas como Pemex y CFE. Saqueo que no todavía no concluye y que se incrementa antes de que se agoten los pocos recursos que todavía quedan.

En sus propias palabras.

Deseo que el pueblo siempre tenga las riendas del poder en sus manos. El pueblo pone y el pueblo quita y es el único soberano al que debo sumisión y obediencia. Andrés López, presidente de México.

La frase del día.

Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes. Friedrich Nietzsche (1844-1900). Filósofo alemán.

El Bisturí. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones.

El espejismo de la independencia es uno de los activos más fructíferos dentro del discurso demagógico de los gobiernos mexicanos. La libertad no depende de que la otorguen los políticos o los gobernantes. La independencia, la libertad se forjan todos los días exigiéndole cuentas a quienes tienen bajo su mando las riendas del país. Ni más, ni menos.

Colofón.

Hablar de independencia con el crimen organizado es letal. Hacerlo con este gobierno es inútilmente inútil.

 

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