Sábado, 04 Mayo 2024
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AGuzadoS / El verdadero “plan B”

 

Carlos Romo Medina

LA PIROTECNIA COMO herramienta. El distractor como aliado. La manipulación como sustento. El engaño como alimento. Al final, el capricho y la obsesión ganando la batalla ante los infieles, ahora llamados conservadores o neoliberales en la doctrina puritana de la mal llamada transformación.

EL PUEBLO como testigo mudo, la feligresía con ojos los vendados y los oídos cerrados por el enjambre ruidoso de esos súbditos carentes de dignidad y amor propio, arrodillados ante el becerro con pies de barro que les promete la gloria del erario celestial y los frutos mal habidos arrebatados en la infamia política.

LAS CORCHOLATAS inútiles, ahogadas en el fango de su propia corrupción. Depreciadas ante su incapacidad y despreciadas por su hacedor. Esas corcholatas con el “plan A” de quien se cree el dueño del país con habitantes incluidos. Ese juego perverso por engañar hasta a los más sabios. Esa habilidad para mentir en la nariz de todos y pretender salir impune.

LA SOBERBIA como aliada y la egolatría como bandera. La oligofrenia evidente ante la debilidad mental para desarrollar el bien, pero aplicada con fortaleza perversa para socavar a los demás sin importar cercanía o distancia.

LAS CORCHOLATAS del “plan A” sumidas en la promesa distractora de alcanzar la “bendición” digital del tirano patrón. Sheinbaum, Ebrard y López (el otro lopitoz) de hinojos ante el soberbio, balbuceando plegarias para llegar a la meta anhelada. Entretenidos entre sí descalificando al adversario y distrayendo a la masa mientras el patrón se mece en la hamaca jugando al onanismo mental con trascender en la historia como el inmortal héroe transformador.

PARECE QUE LA única corcholata que ha entendido la viabilidad de un “plan B”, no escatima esfuerzos en atacar a la corcholata que oficialmente no lo es, pero que ahí está refugiada en las tinieblas de la perfidia y que se mueve entre sombras y luces a la vista de todos. Sheinbaum ha visualizado que Monreal no está eliminado del juego, que sigue ahí como peón en brega alimentando los caprichos de su jefe. Por ello lo agrede, lo descalifica y lo quiere hacer tropezar.

MONREAL SE MUEVE entre el péndulo de la inocencia y el diálogo con una propuesta demagógica de reconciliación y el claro rechazo a confrontarse con el patrón que lo humilla, lo sobaja y lo hace ver somo el hijo bastardo de la transformación.

MIENTRAS LAS TRES corcholatas reconocidas por el patrón de la nostalgia de un pasado que se creía superado, empujan y pujan por brillar ante los ojos de quien tiene la decisión de ungirlos como “el” candidato a sucederle en el trono, el otro, el considerado hijo ilegítimo de la sacrosanta transformación se mantiene prodigando indefiniciones que pretenden ser equilibradas, razonables y justas, pero de hecho no lo son.

monreal lopez

ESE BAMBOLEO monrealista beneficia al capricho de su patrón pues pretende presentarse como el aspirante que predica la justicia, el imperio de la ley y el cese de la polarización, pero en la realidad se pliega a los anhelos absolutistas de quien le puso en el liderazgo del senado (así, con minúsculas), porque oponerse a la ambición desmedida significaría ser expulsado del edén presidencial.

ENTONCES, SI EL obsesivo que dice gobernar es asiduo a preparar planes “A y B” para al final de cuentas satisfacer sus caprichos, ¿por qué no habría de prever un “plan B” para recurrir a él si su “plan A” fracasa?

PRESENTÓ “PLAN A” para modificar la Constitución en tres ocasiones con las reformas en materia de Energía, Guardia Nacional y Electoral, y las tres ocasiones recurrió a un “plan B” para darle la vuelta y brincarse la Constitución por si sus deseos plasmados en sus “planes A” no salían airosos. Claro, sin importar si sus planes “B” transgreden las normas constitucionales pues ha dicho claramente que no le vengan con la ley es la ley, además de que maneja a su antojo a un puñado de traidores a la patria que se disfrazan con la investidura de legisladores y que tienen el cinismo de autoproclamarse como defensores de la democracia.

CONSECUENTEMENTE no es descabellado pensar que si su “plan A” que incluye a las tres corcholatas mencionadas fracasa por las razones que sean, tiene a la vista de todos un “plan B” llamado Ricardo Monreal para presentarlo como un “ángel” demócrata, reconciliador, fundador de Morena, casi hermano de la caridad y pariente cercano de la corte celestial, por lo que le daría “luz verde” para ser el ungido a la candidatura presidencial del “movimiento transformador” o “el cambio verdadero” que no es más que el viejo PRI dotado con lo peor de su larga y nefasta historia.

EN EL HIPOTÉTICO escenario de que no fuera el candidato elegido para suceder a López Obrador, podría ser incrustado como “opositor” en las filas de Movimiento Ciudadano o de otras siglas, para llevar a cabo el viejo ejercicio de “terciar” las opciones de elección: el candidato de Morena, el de la alianza opositora (lo que sea que logre armarse) y Monreal para restarle fuerza a la oposición arrebatando los votos de quienes no creen ni en el PAN, el PRI o el PRD.

EL ESCENARIO político electoral que está a la vista no presagia los mejores augurios para la estabilidad política, social y económica de los mexicanos. Los caprichos de un solo sujeto están afectando a millones de personas y si no se le pone un límite, el cercano día de mañana la sociedad lamentará con lágrimas de sangre no haber detenido la hecatombe a tiempo.

QUIENES SON APÁTICOS para salir a emitir su sufragio tienen la responsabilidad de reflexionar y en el 2024 dejar la abulia a un lado y hacer un esfuerzo para salir a votar para evitar que un puñado de bandoleros se apoderen del futuro y la vida de millones de compatriotas. El llamado está hecho con el suficiente tiempo de anticipación, para que después de den cabida a los arrepentimientos del “hubiera”, que en la realidad no existe.

 En sus propias palabras.

¡Que no me vengan (los ministros de la Suprema Corte de Justicia) con que la ley es la ley! (Pronunciamiento con motivo de la inconstitucionalidad de la Ley Eléctrica). Andrés López, presidente de México.

La frase del día

Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres. Heinrich Heine (1797-1856). Poeta alemán.

El Bisturí. El ajuste de cuentas entre los sucesos y las declaraciones

Las muestras de intolerancia, confrontación y división ejercidas por Andrés Manuel López Obrador en cuatro años de deplorable gobierno parecen no ser suficientes para que millones de mexicanos sigan creyéndole. Repite constantemente que el país va bien cuando sabe que su débil escudo de los "otros datos” no es suficiente para ocultar el desastre de país que está dejando. Si quienes reciben “limosnas” disfrazadas de apoyos piensan que deben agradecérselo, es tiempo de que se de cuenta que ese dinero no sale del bolsillo de López Obrador, sino que proviene de los impuestos que otros mexicanos pagan al fisco.

Colofón

El verdadero “plan B” está en marcha.

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