
- Quedan prohibidos los actos que generen presión o coacción a los electores
Ignacio Ruelas Olvera
Aguascalientes, Ags, 10 de junio de 2025.- (aguzados.com).- Uno, aprendimos en la escuela tradicional que a los exámenes llegábamos con un instrumento sintético, una técnica artesanal de notas cortas. Dos, cuidábamos sacarlo sin que el sínodo se diera cuenta.
De ello muchos educadores “hicieron cera y pabilo”, una Santa Inquisición escolar. No aceptaban que es herramienta legítima y efectiva de estudio, ¡claro!, si se usa de manera correcta el “acordeón” es método de estudio autodidacta.
Nos llevó por laberintos de síntesis, palabras y conceptos que apoyaron y reforzaron nuestro aprendizaje.
Nos condujo a la antropometría y ergonomía, hacíamos un mapa de organización visual creativo, de tipografía minúscula en la piel, en dobleces de papel o tarjetas, alegoría del acordeón, permitía la revisión expedita, generalmente bien estructurada. Impulsaba la memorización, técnica escolástica, en modo retención de información y, “bingo” azuzaba el desarrollo de los razonamientos.
En esas aulas nos hicimos expertos en la condensación de conocimiento, largas notas se reducían a lo esencial, lo que permitía su fácil manejo. Fue un cómplice activo para mejorar la preparación de exámenes.
El 01 de junio, el acordeón jugó el papel de sorpresa anunciada, héroe de los votos. Los colegiados del Poder Judicial se configuraron en espejo al acordeón. La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, LEGIPE, en su artículo 7, 2, dice: El voto es universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible.
Quedan prohibidos los actos que generen presión o coacción a los electores; MUY CLARO, en ese mérito hubo violación al secreto del voto, además de coacción; el artículo 41 Constitucional… la renovación de los poderes… se realizará mediante elecciones libres, auténticas…, y establece las bases para ello, disponiendo lo relativo… Lo auténtico hace autor desde la norma y respeto a ella, no se dispuso desde el Legislativo “lo relativo”, la LGIPE quedó chimuela.
La cantidad de colores, nombres, cargos, currículos, distritos judiciales…, ameritaba un análisis profundo, pensamiento crítico, no se podía depender del acordeón que limita la comprensión, no lo entendieron los operadores políticos.
Los procesos, subprocesos y actividades no están en los procedimientos electorales, son temas extensos, complejos e interrelacionados, reducirlo a color, número, nombres, fue tortuoso. Los colores tienen una tradición procedimental que identificaba el tipo de elección y urna para facilidad del cuerpo electoral, no para candidaturas.
Los ejercicios de cómo votar puestos en Internet fueron inmanejables. El electorado comprometido pasó tiempo excesivo transitando el acordeón a la boleta. No es ético, legal, ni político, formar electores para el populismo.
La capacidad humana es maravillosa para procesar información para tomar decisiones. Nuestra mente usa números, colores y nombres para comprender y organizar el mundo, es “el ser ahí” que enseñó Heidegger.
Los números permiten organizar la percepción de tiempo, espacio, cantidades. Los colores son clave para la memoria y razonamiento visual y emocional, sus intensidades refieren percepciones de la realidad y su circunstancia. Los nombres posibilitan identidad y conexión social. La razón por la que nuestra mente usa estos datos es porque optimiza la forma en que interactuamos con el mundo. https://psicologiaymente.com/desarrollo/etapas-desarrollo-cognitivo-jean-piaget
¿Qué pasó? Memoria y razonamiento ocurren en milisegundos, dependiendo de la complejidad de información y experiencia previa, en este caso del electorado. Los colores o formas se reconocen casi instantáneamente en el cerebro, lo mismo que el procesamiento de números y nombres.
Los juicios rápidos dependen del entendimiento que los procese. Se le entregó al electorado acordeones de diversas fuentes que cegaron la asociación y formación de juicio, que lleva minutos.
Aún más, el razonamiento se complejiza cuando tiene que analizar, comparar opciones, en este acaso, asociar número y escribirlo en recuadros apretados, no perder el color, tipo de elección, nombres, este proceso lleva minutos o incluso horas en mérito de impulsar futuro.
El elector azorado por el acordeón organizó, como pudo, el tránsito de boleta a voto. No le dio tiempo, en la mesa electoral, para un razonamiento crítico. Nunca supo de antecedentes, propuestas, currículos, ...
La cultura fue abandonada por algunos políticos que hoy usan un lenguaje comediante, primitivo, irónico, basureador, extraviaron la razón de Estado en una geometría política inentendible, la derecha sin faro, la izquierda intoxicada, el centro con la ética del camello: “se acomodan”.
El acordeón llegó a la casilla como a un examen escolar. La participación fue de 12.9%, casi 13 millones, de ellos solo 10 millones aprobaron la elección judicial.
Curioso, en su plataforma electoral 2024 Morena no menciona la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Una ocurrencia desde el monólogo porfiado. El “pueblo bueno y sabio” no lo votó.
La celebración de 13 millones se derrumbó; solo uno de cada diez electores dio el sí en las urnas, fueron embargados por el acordeón que dañó, igual que la tómbola, la cultura democrática y política, atrofió la construcción de ciudadanía y obstaculizó la democracia de calidad.