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NOTAS ACERCA DE LAS IDEAS POLÍTICAS XL

 

 

  • Kant 1. La Ilustración en Alemania

 

Jorge Varona Rodríguez (*)

 

Aguascalientes, Ags, 26 de febrero de 2024.- (aguzados.com).- Dos hechos históricos (La Ilustración y la Revolución Francesa) y el pensamiento de dos grandes autores (Montesquieu y, sobremanera, Rousseau), fueron el contexto dentro del cual Kant desarrolló su filosofía política como filosofía de la historia (con lo cual anticipa el pensamiento de Hegel: la historia como la dialéctica del Espíritu en su relación con el hombre; de Marx: la historia como el desarrollo dialéctico de los modos de producción), cuya comprensión permite aprehender sus ideas políticas, así como sus teorías sobre moral, derecho y Estado.

No sólo fue precursor de vincular filosofía y política –sin vislumbrar el aspecto esencial de la economía, como Marx—como proceso histórico, obra de generaciones humanas, basado no sólo en lo empírico y lo fenoménico sino en la comprensión del “plan de la naturaleza” [que es lo mismo que el plan de Dios], “la base de la historia propiamente dicha” que no es sino “la acción de una potencia superior que, sin que los hombres lo sepan” (otro antecedente de Hegel: el Espíritu realiza sus propios fines en la historia humana, y el conocimiento de los hombres acerca de la naturaleza, la sociedad y la historia,  es la reproducción del proceso dialéctico divinidad-hombre-naturaleza), los lleva hacia un fin universal que, según Kant, es “la paz perpetua”.

De tal manera que para Kant “sólo existe la historia en la medida en que hay algo más allá de la libertad y en la medida en que las acciones humanas toman una acción involuntaria” (otro adelanto de Hegel), una especie de “mano invisible” (Deus ex machina) que promueve acciones que no son las intenciones de los hombres.

“La ley, la historia y la política aparecen como la norma para evaluar” las esferas de la moral y la naturaleza. (Hassner). Para Kant la filosofía de la historia muestra el camino del “progreso” (libre albedrío-moral-determinismo físico, deuda con Rousseau, quien vislumbró “más allá de las apariencias humanas … la tensión entre la moral salvaje y la ley moral universal … entre progreso intelectual y progreso moral”, en opinión de Hassner), y cómo se reconcilia la prohibición con la aceptación de los “indispensables medios inmorales” (deuda con Montesquieu). El progreso histórico, expone Kant, no proviene de la acción moral y ninguna conciencia humana, sino –metafísica pura—a la acción de la Providencia que “emplea vicios, violencia guerra … cuyo dominio o abolición son el encargo de su misión”. [Entonces ¿es lícito concluir –según esa línea de razonamiento—que la divinidad no sólo justifica, sino que promueve e induce esa inmoralidad?]

Con estos elementos es posible apuntar los temas centrales que aborda Kant en su pensamiento político: 1) filosofía y política; 2) los derechos del hombre; 3) filosofía de la historia; 4) el Estado legal; 5) la paz eterna; 6) de la historia a la moral. (Pierre Hassner. Historia de la filosofía política. 2017)

Las ideas políticas de Kant se resumen en gobierno republicano y organización internacional, esto es, “doctrina del Estado basada en el derecho y en la paz eterna”. “Dentro de los Estados y entre ellos, es cuestión de pasar del estado de naturaleza que es un estado de guerra, al estado legal que es un estado de paz”. En la inteligencia de que “la paz depende del derecho y el derecho depende de la razón”.

Las elaboraciones teóricas de Kant parten de “la tensión entre ciencia y moral, entre la física moderna desarrollada de manera sistemática por Newton y la conciencia moral expresada por Rousseau: entre el determinismo universal implicado por el primero y la libertad de la voluntad implicada por el último”. La solución que propone Kant es la explicación de la coexistencia y “oposición entre naturaleza y libertad: entre el mundo de los fenómenos y el mundo de los nóumenos” [las cosas, los objetos materiales percibidas mediante nuestras sensaciones que no son sino la apariencia de lo esencial, concepto que de un modo u otro se reitera desde Platón]. Esto es, conocimiento “racional puro” diferenciado del conocimiento derivado de la percepción de los objetos y de la experiencia práctica sino de “la experiencia moral”.

El Iluminismo que en Francia y en Inglaterra tuvo grandes repercusiones, en Alemania, en cambio, influyó en forma limitada a sólo una pequeña élite intelectual, ocupada “esencialmente de problemas religiosos y morales. Su objetivo primordial es una pedagogía de la razón crítica dentro de las categorías éticas”. Empero siguió “idéntico método analítico y crítico, idéntica tendencia al dogmatismo puramente lógico”.

En cuanto a ideas políticas, explica Touchard había escasa disposición debido a “la división política, la influencia luterana, tendencias idealistas de la élite intelectual”, lo cual fue aprovechado por el despotismo de los monarcas ilustrados que veían en la razón “la armoniosa felicidad de los pueblos”. Desde 1770, refiere Touchard, hubo una “reacción anti-intelectual y anti-cosmopolita” respecto al Aufklärung (la filosofía iluminista en Alemania). “la del Sturm und Drang (Tempestad e impulso)”, si bien en principio de carácter estético, el romanticismo alemán tuvo efectos indirectos en filosofía política: “el tema de lo infinito dinámico, eterno inacabado, que puede servir de introducción a los movimientos dialécticos de la historia”, así como a la idea “’organicista’ de una comunidad de vida y experiencia, que descansa sobre elementos irracionales (tradiciones, mitos, razas) y engloba y sobrepasa al individuo”.

Según Touchard, Kant que constituye un puente entre Rousseau y Hegel: “la subordinación de la política al derecho y a la moral …  [y] anuncia la inclusión de la teoría de las formas políticas en una filosofía de la historia”.  Hegel, a su vez, cuestiona a Kant en cuanto a “las conciencias desgarradas entre el Ser y el Deber … haciendo aceptar a la conciencia la alienación del individuo en el Estado como la racionalidad misma de la violencia en la Historia”, siendo así que “la violencia es la ley mediante la que el Espíritu se ‘realiza’”.

(*) Reanudamos luego de una pausa cuasi sabática

 

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