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Sólo por mencionar

  • En la opinión de...

Jorge Izquierdo Bustamante

gente21ene15

Aguascalientes, Ags, 21 de enero 2015.- (aguzados.com).- Hace mucho escuché a alguien decir que si deseas algo con verdadera devoción, se te puede cumplir, y eso parece haberme sucedido, dado que en los últimos años, en diversos medios impresos y electrónicos en los que he colaborado, me di a la tarea de manifestar mi absoluto desacuerdo con el quehacer político de la llamada “clase política mexicana”, en especial de aquellos elementos que acusan una total falta de preparación para practicar esta actividad a la que en lo personal considero una de las actividades más apasionantes y hermosas, cuando se practican desde una plataforma de ideas y principios éticos y morales, y no de la forma en que tristemente lo hacen la inmensa mayoría de las y los políticos de la partidocracia mexicana.

Bien decía que mi deseo de mucho tiempo de que la ciudadanía pudiera ver la poca estatura de estas y estos políticos, se me ha cumplido, aunque desgraciadamente esto haya tenido que suceder en el marco de una de las peores crisis del sistema político mexicano. En esta coyuntura que hoy estamos viviendo lo que más me ha llamado la atención es la nula sensibilidad que han exhibido quienes cuando menos tendrían que tener esta cualidad, que les ayudara a cubrir su poca formación político – ideológica, y su aberrante arrogancia que los hace mostrarse petulantes e insufribles para la mayoría de los habitantes de este país.

Cuando uno percibe tanta improvisación y desatino, se hace difícil entender cómo es posible que la política partidista se haya depauperado de forma tal, que ahora se puede extrañar a algunos políticos de antaño, que sin ser nada extraordinarios, eran mucho más eficientes y eficaces para la práctica política, de cómo ahora lo hacen estos aprendices de politiqueros, que han arrastrado al país a escenarios insospechados y que ante la falta de sustancia, se atreven a tratar de reeditar fórmulas erróneas del pasado, para solucionar problemáticas nuevas, que ellos han construido con sus fallas cotidianas, que parecieran no tener fin, y con las cuales se empecinan en mostrar que son capaces de hacerlo cada día peor.

En realidad ni siquiera es necesario poner ejemplos de las conductas pueriles que caracterizan a estos individuos, amén de que han quedado debidamente registradas para la posteridad, ya que se han inmortalizado en las redes sociales, y cuando menos han servido para que quienes son asiduos usuarios de éstas se rían de ellos y los ridiculicen hasta la saciedad.

A quienes seguimos creyendo que la política es la mejor forma de alcanzar los acuerdos para que las sociedades avancen, nos preocupa sobremanera que los espacios desde los que se deben generar estos esfuerzos sean ocupados por gente que no tiene la capacidad de vislumbrar el compromiso con la sociedad, y que sólo ponen su interés en beneficiarse de la manera más descarada  aprovechando la opacidad que caracteriza a las administraciones públicas de cualquiera de los órdenes de gobierno.

En múltiples ocasiones he comentado que cuando era muy joven y me empezó a interesar la política partidista percibí que a “los políticos los preparaban con estufas de leña y tardaban muchas horas en cocerse; ya cuando era un adulto joven los cocinaban en estufas de gas, y se cocían en menos horas; después los cocinaban en olla exprés y aunque era menos tiempo aún tardaba; lamentablemente ahora los meten en el horno de microondas y en minutos creen que ya se cocieron”.

Alguna vez leí en un libro llamado “La sonrisa de Maquiavelo”, que este famoso filosofo político florentino decía que “desgraciadamente quienes ocupan los cargos públicos en muchas ocasiones son los menos preparados, y quienes si nos preparamos para ello sin tener la oportunidad de alcanzar estos cargos, tenemos la obligación moral de preparar a las nuevas generaciones esperando que tengan mejor fortuna que nosotros”, y en verdad que eso se puede trasladar a la situación que estamos teniendo que afrontar, y a la cual quienes tendrían que buscar las soluciones se muestran poco preparados para hacerlo.

En su participación en la Feria Internacional del Libro Guadalajara 2014, el presidente de la República Oriental de Uruguay, José Alberto Mujica Cordano, señaló “… el que tiene la fuerza es la masa, si esa masa no le pone el hombro, no hay hombre genial que cambie un carajo la historia, la historia la cambian los pueblos en su marcha fatigosa, dolorida y sin ellos nada”. Y finalizó diciendo: “La vida nos puede hacer muchas trampas, muchos porrazos, podemos perder mil veces en el trabajo, en el amor, en la lucha social, pero siempre si buscamos tenemos fuerza para volvernos a levantar, y volver a empezar, lo más lindo del día es que amanece, es que amanece, siempre está amaneciendo, después que pasó la noche. No lo olviden muchachos. Y recuerden, que los únicos derrotados son los que dejan de luchar”

Qué tal si le hacemos caso las y los mexicanos, muchachos y viejos a este orgulloso latinoamericano, y no dejamos de luchar hasta tener políticos preparados y sensibles que tengan como fin primordial en su vida, poner su granito de arena para ayudar a que este país sea algo mejor cada día.

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