
- Mario Granados Roldán
Aguascalientes, Ags.- 2 de febrero de 2021.- (aguzados.com).- Más dedicados a los asuntos del César, que centrar su atención en los argumentos que edificaron su religión en aquella primera piedra, la Iglesia Católica pierde militantes. Guarda distancia de las multitudes absolutas. Se desliza por el tobogán que descienden los partidos, gobiernos, cuerpos de seguridad pública y políticos, a juzgar por la microfotografía “Población Total por Grupo Religioso” mostrada en el Censo de Población y Vivienda 2020 realizado por el Inegi.
Los datos adversos no deben causar ninguna sorpresa. El 13 de marzo de 2019, el diario capitalino publicó que “los partidos políticos son las instituciones con más impactos negativos y la peor percepción por parte de la ciudadanía, de acuerdo con la más reciente encuesta nacional elaborada por El Universal. Es así que 56% de los entrevistados indican que no tienen confianza hacia estos organismos y 28.3% dicen que poca; sólo 13.9% les tienen mucha o algo de confianza.
“Por el contrario, la institución que goza de mayor confianza es la familia, ya que 87.3% de los encuestados así lo manifiesta; en segundo sitio, muy atrás, se encuentra la Iglesia Católica, con 37.4% de encuestados que confían mucho en ella, y 17.2% sólo cree en ésta algo”.
En nuestro país, a partir de los 80 del siglo pasado, se registra una disminución en el segmento de personas católicas; los tránsfugas han migrado al ateísmo, al agnosticismo y a otras religiones, por insatisfacción, decepción, abandono, factores sociológicos, antropológicos, o incluso, aunque parezca un disparate, por cuestiones mercadológicas que consideran a la persona un consumidor y a la religión un bien o servicio.
El Censo 2020 registra a nivel nacional los siguientes datos: El porcentaje de católicos descendió 5 por ciento con respecto a 2010, de 82.7 a 77.7. El 11.2% se declara protestante o cristiano evangélico y tiene un aumento porcentual de 3.7 puntos con relación a 2010. El 8.1 por ciento se dice sin religión, cuando hace 10 años se anotaban, apenas, el 4.7. El 2.5% se reconoce creyente —no sé si al Atlas—, sin tener una adscripción religiosa. El Censo de 2010 no registraba aún este dato. Y el 0.2% declara otra religión.
Si bien es cierto que Aguascalientes se mantiene entre los estados con más alto porcentaje de católicos, también habrá de aceptarse que la deserción es un fenómeno a estudiar, según los Censos de Población y Vivienda de 1950 y de 2020. En el primero, el 99.5 por ciento dijo pertenecer a ese grupo apostólico y romano. En el segundo la militancia bajó a 89.3.
La disminución de 10.2 puntos porcentuales debería llamar la atención de la alta jerarquía eclesiástica para regresar a los asuntos de Dios. Alejarse de los asuntos políticos del César. Desinfectar su comportamiento. Expulsar a los curas pederastas. Transparentar las finanzas de la institución. Reconocer los problemas sociales. Volver a los senderos de la fe, atención, servicio, cercanía y satisfacción, para que regrese la confianza a los integrantes de la Nación Católica.
Yo no soy ateo por la gracia de Dios. Soy creyente de mi amado Cruz Azul.
Porque alguien debe de escribirlo: Después de un accidentado recorrido, el PAN en Aguascalientes tiene precandidatos a los cargos de elección popular a elegirse este año. Tarde pero sin sueño, apareció la Convocatoria, aunque conforme a los tiempos marcados por la ley de la materia, ya no podrán hacer precampaña. La disputa grupera les quitó ese privilegio. Supongo innecesario, según ellos.
El proceso interno fue como los concursos de belleza donde las damitas se inscriben, pero el gran dedo —satanizado en el PAN por “antidemocrático” cuando lo utilizaba el PRI—, se posa en la cabeza de la ganadora del centro y la corona.
La cargada —parte indispensable en los procesos del viejo y avasallante PRI— estuvo presente para demostrar que la vilipendiada “unidad”, forjada en el tricolor, también es posible lucirla en los bronces del PAN.
Sin embargo, el exprimer panista del estado, Martín Orozco Sandoval, deslindó incumbencias para que luego no le contabilicen candidatos derrotados de corrales ajenos. “Todos vamos representados y sin duda para ustedes es muy clara la propuesta de cada quien, y ya la responsabilidad en los resultados es en base al perfil que hayan mandado", sentenció sin matices ni entrelineados.
Las cofradías. El reparto grupero. La unidad que no sinónimo de unión. El dedazo demoledor. El PAN. PRI. PRD. PVEM. Morena. Movimiento Ciudadano. Fuerza por México. Los Independientes o mejor dicho, los inexistentes. Las botargas partidarias. Son la misma gata, pero revolcada.
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